Nuestra historia

1968 - Nace Tribuna Obrera

Fundación de Tribuna Obrera, organización de obreros, estudiantes y campesinos de la que surge Unificación Comunista de España (UCE).

Al calor de la situación internacional de avance de los movimientos revolucionarios en todo el mundo, cuando decenas de países de África, Asia y Iberoamérica luchan por su independencia e infligen serios reveses a las potencias imperialistas europeas y a EE UU, y especialmente con el desarrollo de la Revolución Cultural Proletaria en China aparecen numerosas organizaciones marxistas-leninistas, revolucionarias, en todo el mundo en crítica y denuncia al revisionismo contemporáneo encarnado por la URSS (que acaba de invadir Checoslovaquia).

Tribuna Obrera se guía en su fundación por el «marxismo-leninismo pensamiento Mao Tse-Tung». No es una escisión del Partido Comunista de España (PCE) ni de ninguna otra organización; aunque algunos miembros dirigentes provengan de ellas.

1972 - Fundación de Unificación Comunista de España (UCE)

Tribuna Obrera se transforma en partido político. La lucha de los pueblos por su liberación, especialmente los pueblos de Vietnam, Kampuchea y Laos; y de Iberoamérica, son los primeros y más importantes reveses del hegemonismo norteamericano. La URSS, aprovechando el punto de inflexión que significa para Estados Unidos la inevitable derrota en la guerra del Vietnam, se ha lanzado ya a una desenfrenada carrera armamentística y a una estrategia expansionista en el mundo que le permite ponerse a su altura en el plano nuclear, y a superarla en el convencional.

En España, la próxima muerte del dictador Franco y, sobre todo, la muerte en atentado de su «delfín» y sucesor, el almirante Carrero Blanco, inician la cuenta atrás de una transición democrática que, aunque arrancada con sangre y sudor en la calle, es «reconducida» con mano férrea por los aparatos de intervención norteamericanos en España. Los Pactos de la Moncloa preparan el terreno al Pacto Militar (entrada de España en la OTAN).

Unificación Comunista de España adopta la línea de unificar a todas las organizaciones del campo marxista-leninista en un único partido del proletariado español y denuncia la política y la posición revisionista y pro-pactista del Partido Comunista de España de Santiago Carrillo.

1976 - Unificación Comunista de España se opone al modelo de Transición diseñada por los Estados Unidos y la oligarquía española

Una transición que iba a permitir al imperialismo norteamericano y a la clase dominante preservar intacto e incluso reforzar su poder económico, político y militar con el cambio de Régimen. Una transición que consiste, como dirá Santiago Carrillo, en «cambiar el Régimen para conservar el Estado»

UCE lanza en toda España la campaña por la abstención. «No a la monarquía: Abstenerse es votar por la República».

Respecto de la línea adoptada de «unificación del campo marxista-leninista, UCE mantiene encuentros con el Movimiento Comunista de España (MCE) con quien materializa una fusión coyuntural (6 meses) que culmina con una ruptura definitiva al no unificar las posiciones ideológicas de principios. Los siguientes contactos, con la Federación de Comunistas (FECO), Gallo Rojo y la Organización Comunista de España-Bandera Roja (OCE-BR) son más prudentes.

En la arena internacional, los EE UU ya han sido expulsados de Vietnam y sufren una de las crisis de liderazgo más importantes de su historia. Es el momento del aumento de la penetración y expansión soviética en el continente africano (Angola, Mozambique) y la «ayuda desinteresada» a los movimientos de liberación nacional en Iberoamérica.

Se forma el primer gobierno de la reinstaurada democracia, presidido por Adolfo Suárez.

1978 - Iº Congreso de UCE.

Edición de los Libros del Congreso de Unificación Comunista de España, que sintetizan y recogen su Línea Ideológica y Política: Declaración de principios. Situación internacional. Situación nacional. Estrategia y táctica. Nuestras tareas.

Unificación Comunista de España abandona la línea de unificación del campo marxista-leninista (que había dado nombre a la organización) y es sustituida por la construcción del Partido de forma independiente como organización del proletariado español, que forma parte de un largo período de acumulación de fuerzas organizando el, en y entorno al partido y en el seno del pueblo. Tras el intento de fusión con MC (Movimiento Comunista) y contactos con PTE (Partido de los Trabajadores de España) y ORT (Organización Revolucionaria de los Trabajadores), todas de inspiración marxista-leninista y «maoísta», UCE adopta firmemente la posición de «partir de nuestras propias fuerzas, pensar con nuestra propia cabeza y andar con nuestros propios pies».

Ajusta cuentas a la línea anterior definiéndola como oportunista de derechas y de desconfianza en nuestras propias fuerzas y en la justeza de la posición de principios de nuestra Línea Ideológica y Política.

No a la intervención soviética en Afganistán.

Nuestro Partido se manifiesta al día siguiente de la invasión frente a la embajada soviética en Madrid. Este acto de agresión imperialista culmina unos años de ofensiva soviética en el mundo. Aprovechando el «empantanamiento» de los Estados Unidos y la aureola de «potencia socialista» y «amigo de la Paz», la URSS ha tomado posiciones en Angola, Mozambique, el Cuerno de África, Asia, Oriente Medio y Centroamérica. Al tiempo, su draconiano plan de inversiones militares ha colocado a la superpotencia soviética al mismo nivel que su adversario, sobrepasándola en cuanto a cantidad de armamento nuclear y convencional en Europa. Ha instalado ya los misiles SS-20 que amenazan las principales ciudades de Europa.

Mientras, los pueblos persisten en la lucha por su independencia (Nicaragua, Irán, Eritrea,…).

Los Estados Unidos, decididos a imprimir a su política exterior un giro de 180 grados, aceleran el relevo de Carter por Reagan. El estrepitoso fracaso del intento de rescate de los rehenes norteamericanos en Teherán, una acción «disparatada» que la CIA le «diseñó» a Carter, es un revés que abrirá las puertas a Ronald Reagan, partidario de una política de contención contundente frente a los planes de expansión del Kremlin.

1980 - OTAN NO

En el verano de 1980, el ministro Marcelino Oreja anuncia que «España debe fijar día y hora para su ingreso en la OTAN». Esta afirmación cae como una bomba. El consenso en el que se basa el modelo de la Transición democrática en España se tambalea ante esta exigencia. La consolidación democrática exige un «ritmo» en el cumplimiento de los Pactos que Washington, ante la situación prebélica en la que el mundo entra en 1979, no está dispuesto a sufrir.

Iniciamos ese mismo verano de 1980, en solitario, la campaña contra la OTAN.

Con la elección de Reagan en noviembre y la exigencia estadounidense, convertida ya en amenaza, la política española sufre las primeras grandes convulsiones políticas de la democracia. Lo que llamamos «la segunda reconducción». El objetivo de la Casa Blanca consiste en integrar a España en su aparato militar aun a costa de dañar seriamente (incluso abortar) el reciente proceso constitucional. El secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, afirmaría al tener que pronunciarse públicamente sobre el intento de golpe de 23-F: «Ése es un asunto interno de España», a pesar de ser de dominio público la participación de agentes de la embajada norteamericana en España en la preparación del proceso invloucionista.

Su primer objetivo es sustituir a Adolfo Suárez (un presidente que había demostrado ser demasiado «autónomo» para su gusto, con sus reticencias a cumplir el calendario norteamericano, sus entrevistas con Castro y Arafat,…).

En sólo dos meses sufrirá una campaña de acoso y derribo desde su propio partido (Congreso de UCD de Palma de Mallorca, críticas y abandono de algunos colaboradores: Fco. Fernández Ordóñez, Herrero de Miñón, Óscar Alzaga,…). Sólo sus más fieles, sabiamente instalados en los ministerios clave (A. Rodríguez Sahagún en el ministerio de Exteriores, Gutiérrez Mellado en Defensa, J. J. Rosón en Interior) permanecen a su lado. Felipe González, participando de esa campaña de acoso y derribo, promueve una moción de censura contra el presidente. La impaciencia del Pentágono hace sonar el ruido de sables…

La campaña del Referéndum contra la OTAN duró 6 años, en los que se fue sumando la inmensa mayoría de fuerzas políticas y sociales, de la derecha a la izquierda. De los más de 2 millones de firmas que se recogieron en España para exigir la celebración de un referéndum 1.300.000 fueron recogidas por UCE en las mesas de agitación en la calle, en los barrios, fábricas, facultades,… La «calavera», cartel con que se inicia la campaña, se convierte en su símbolo en toda España y en Europa.

1981 - Contra el derechazo

Por un gobierno de coalición que haga la depuración de golpistas y fascistas en el seno del ejército.

Cuando se da el intento de golpe de Estado del 23-F de 1981, Unificación Comunista de España lleva más de dos meses desarrollando una campaña «Contra la derechización»

(desde el ascenso de Reagan al poder en EE UU, que constituye «un peligro inminente para España»).

Tras el 23-F exigimos «un Gobierno de coalición que haga la depuración»: Un Gobierno formado por una amplia coalición de fuerzas políticas y sociales, con un amplísimo respaldo popular, que aborde el problema más urgente de la coyuntura: la depuración de todos los elementos y tramas golpistas en el ejército y los demás aparatos de estado, y la investigación y desarticulación de las tramas civiles que les sirven de apoyo y financiación.

Mientras tanto, han desaparecido los principales partidos marxistas-leninistas en España. PTE y ORT, a instancias de su dirección, se han disuelto. Nuestro Partido, en los contactos mantenidos en los años anteriores, les había fraternalmente advertido de las serias desviaciones de derechas de su línea (aceptación de la Constitución y la Transición diseñada por la Oligarquía y el Imperialismo) y de las posiciones oportunistas que (electoralistas en lo principal) que guiaban su acercamiento y su fusión. Antes de un año de realizarse ésta, sus secretarios generales respectivos, Eladio García Castro y José Sanromá, anuncian la disolución (aunque numerosos núcleos de cuadros de base y militantes revolucionarios siguieron durante años su lucha en nombre de esas organizaciones y muchos de ellos en la actualidad siguen dirigiendo organizaciones de masas).

1982 - El PSOE al gobierno

El Partido Socialista llega al gobierno aupado por más de 10 millones de votos, lo que significa una mayoría absoluta contundente. La voluntad popular, sin embargo, no se ve correspondida por la política de la cúpula dirigente de este partido. Desde el primer momento se evidencia que los vientos de cambio que habían prometido y que recogían en gran parte en su programa electoral se cambian de rumbo. Sus dirigentes, que se han hecho con la dirección del partido en el famoso «Congreso de Suresnes» (1973), está formado por hombres de una clara obediencia norteamericana. Hasta el punto que uno de ellos (Javier Solana), quien «presentó» a Felipe González, alias «Isidoro», a los norteamericanos y a la socialdemocracia alemana, es hoy Secretario General de la OTAN y por tanto una persona de la «máxima confianza» de la Casa Blanca.

A los tres meses de mandato aprueban la renovación de la permanencia de las bases norteamericanas en España. Cambian su slogan «OTAN de entrada» por el otro de «OTAN de salida tampoco» (España ya está, desde 1982, en la OTAN. Ésta ha sido la única «contribución» del breve reinado del infausto Calvo Sotelo, Don «Holocausto Calvo Calavera». Inician el proceso de desmantelamiento industrial de España con la «reconversión (conversión a cenizas) de Altos Hornos del Mediterráneo, en Sagunto.

Los miles y miles de socialistas de corazón, votantes y simpatizantes del PSOE se verán poco a poco defraudados por una política de complacencia con el imperialismo y con los poderes más reaccionarios del país que les llevará a ir retiréndoles su apoyo a lo largo de las sucesivas convocatorias electorales.

Para UCE, la campaña contra la OTAN adquiere un punto álgido: recogido más de medio millón de firmas, presentadas ya en el Parlamento como exigencia de la celebración del Referéndum, nuestro Partido se ha extendido ya a las principales ciudades de España. Entre marzo y verano de 1982, sin embargo, tanto desde la derecha como desde la «izquierda» se orquesta una campaña de acoso, aislamiento y desprestigio con el fin de acabar con la campaña y con quien valientemente la ha impulsado en estos dos años.

Para el imperialismo norteamericano y la oligarquía, el objetivo está claro: acabar con cualquier movimiento de protesta y contestación a la permanencia de España en la OTAN. Para la «izquierda», las fuerzas de orientación u obediencia prosoviética, también: eliminar de la campaña cualquier referencia a la naturaleza socialimperialista y socialfascista de la URSS. UCE, que dirige en todo momento la campaña en nuestro país, mantiene a contracorriente su consigna: «OTAN NO, Referéndum Sí. Ni Yanquis Ni Rusos». Imponer una orientación prosoviética a la campaña también favorece a los Estados Unidos, que conseguirían ver reducida así la base de apoyo de la campaña a la «izquierda» más encuadrada, provocando el alejamiento de la mayoría del pueblo español, que no quiere a los yanquis, pero tampoco al socialimperialismo soviético.

1984 - El hombre nuevo de Moscú

Tras el largo reinado de Breznev, se suceden en poco tiempo varios máximos dirigentes en el Kremlin. A Breznev le sucede Andropov. A éste Chernienko, quien accede al poder ya moribundo; y tras él

Gorbachov. El período de indecisión que parece corresponder al estado de saludo de los mandatarios esconde en realidad una agudísima lucha por el poder entre dos fracciones de la clase dominante soviética (la burguesía burocrática de Estado), acerca de la estrategia a seguir frente a la contraofensiva de la Era Reagan, y también sobre la resolución de las contradicciones internas de la URSS.

1986 - El año del referéndum

La celebración del referéndum, arrancada al Gobierno a pesar suyo, sólo pudo ser reconducida por él a base de trampas, chantajes y amenazas.

Entre amenazas de «ruido de sables» y temores sobre nuestro futuro (Felipe González afirma: «Estoy empeñado en la permanencia de España en la OTAN. Si triunfa el «NO», dimitiré. ¿Quién gestionará entonces ese NO?». Entre amenazas directas a la democracia («La consolidación democrática exige nuestra pertenencia a la OTAN» afirmaría también González, poniendo como ejemplo… ¡a Turquía!, un país donde justamente el ejército desencadenó un golpe de Estado aprovechando unas maniobras de la OTAN). «La permanencia en la OTAN, junto con el ingreso en la Comunidad Europea, significa el fin del aislamiento secular de España»,… y otras patrañas. González llega incluso a la bajeza de amenazar a los pensionistas con que sus ingresos se verían amenazados si España se retira de la OTAN.

La misma pregunta a la que se somete a los españoles, de formulación maquiavélica, empuja al mismo Fraga a pedir la abstención en el referéndum.

El resultado, en el que a pesar de todo esto, el margen por el que triunfa el sí es muy escaso (más de 7 millones de NO frente a 9 millones escasos de SÍ.

España ingresa en el mercado común

La política de desindustrialización, eufemísticamente llamada «reconversión industrial», iniciada por el gobierno González con el desmantelamiento de Altos Hornos del Mediterráneo en Sagunto comienza a tener unos resultados preocupantes. (siderurgia, minería y astilleros; ganadería, pesca, sector lechero, vino y olivar en la actualidad; venta de las empresas nacionales como SEAT, Pegaso, Tabacalera, Telefónica, Repsol, Endesa, etc.) Unos tras otros, los sectores populares afectados van rebelándose contra los recortes e imposiciones de la CEE. El gobierno «socialista» consigue realizar uno de los mayores atentados de la historia de España contra sus bases económicas de independencia y soberanía, y ataque a las condiciones de vida y trabajo de nuestro pueblo. En solo un año la balanza comercial española pasa de tener un superávit de 200.000 millones de pesetas a tener un déficit de 300.000 millones. La forma y condiciones del ingreso de España en la Comunidad Económica Europea han sido negociadas en contra de los intereses nacionales, defendiendo sólo los intereses particulares y mezquinos de la gran Banca y sus aliados alemanes y franceses.

«El pueblo español y la economía española no tenían nada que ganar y sí mucho que perder con nuestro ingreso en la CEE. Lo dijimos antes del 1 de enero de 1986 (fecha del ingreso).

Ingresar en la CEE para tener más parados, producir menos, arruinar algunas industrias y destrozar la ganadería, para dejar pudrirse la flota y, en definitiva, para fortalecer la posición de los fuertes (Alemania, Francia) es el «viaje a ninguna parte». O, como dirían los Hermanos Marx: «Pasar de la nada a alcanzar las más altas cotas de la miseria». (Arma del pueblo, julio de 1987).

Las bases a referéndum

Tras el referéndum de la OTAN Unificación Comunista de España inicia de inmediato una campaña contra las basas USA, contra la permanencia de las bases norteamericanas en España, ya que fue una de las cláusulas del referéndum para conseguir el apoyo del pueblo: si quieren OTAN a cambio de desmantelar las bases, ¡desmantelemos las bases! Aprovechemos todo el movimiento levantado contra la OTAN, denunciando el desánimo y la sensación de derrota a la vez que persistimos en aumentar el nivel de conciencia y organización de los sectores más conscientes que han llevado el peso de todas estas luchas.

Entre 1986 y 1988 desplegamos una intensa actividad, donde nuestras mesas de agitación y reparto de prensa, igual que ocurriera en la campaña contra la OTAN. Vuelve a tomarse el centro de las principales ciudades del país. Recogemos, con la ayuda de más de 50.000 personas, más de medio millón de firmas para exigir un referéndum contra las bases norteamericanas en España (en 1990 superaremos ya el millón y medio).

Los manifiestos contra las bases.

Del amplísimo consenso y apoyo popular dan testimonio los manifiestos publicados en esas fechas en los principales periódicos de ámbito nacional, donde más de un millar de intelectuales, profesionales, escritores y artistas piden «la convocatoria y celebración de un referéndum para que el pueblo decida»:

El alcance de la campaña y la composición social de sus integrantes (desde la derecha social hasta la izquierda política) y el protagonismo de personalidades independientes y de indudable prestigio hace que, de nuevo, los ataques y descalificaciones se sucedan, no contra nuestro Partido, sino también contra la Mesa por el Referéndum y la misma campaña. Las acusaciones y campañas de intoxicación que aparecieron en 1982 (cuando comenzaba a cuajar la campaña contra la OTAN y el cartel de la «calavera» se popularizaba en toda España) vuelven a aparecer otra vez con la complicidad, otra vez, de fuerzas de «izquierda» prosoviéticas, e incluso de Izquierda Unida, quien en esos momentos se opone a la campaña y considera que el Tratado de las Bases tiene «aspectos positivos».

1988 - La Huelga General

La Huelga General.

El 14 de diciembre de 1988 las organizaciones sindicales convocan el primer gran paro general (Huelga General) contra la política del Gobierno González.

Nuestro Partido participa activamente en la preparación, la convocatoria y la realización de la Huelga desde principios de noviembre. Impulsamos dentro de los sindicatos, principalmente CC OO y UGT, la línea de Corriente de Clase y Unitaria; una línea revolucionaria, democrática y asamblearia en los principales sindicatos españoles.

En diciembre de 1988, el De Verdad anterior a la Huelga alcanza una tirada de 80.000 ejemplares.

1990 - La caída del Muro

En 1990 Unificación Comunista de España desarrolla una amplia y persistente campaña de denuncia del revisionismo contemporáneo y del socialimperialismo soviético entre las masas de nuestro pueblo, mediante charlas, tertulias y debates; en los encuentros internacionales que realizan diversas fuerzas marxistas-leninistas y revolucionarias del mundo (entre otras, organizaciones de Bélgica, Noruega y Alemania; de Afganistán, la India, el Kurditán, Turquía y Filipinas; de Uruguay y Argentina; de Suráfrica, etc.).

Este año y el siguiente realizamos unas jornadas de estudio y desarrollo teórico y político que bajo el lema «¿Ha muerto el comunismo?» pretenden analizar y dar respuesta a la nueva situación internacional y a la línea del proletariado revolucionario en ese nuevo marco.

Es el inicio en nuestro periódico de diferentes seriales que son conclusiones o bien aportaciones individuales o colectivas a dicho debate.

A mediados de 1990, Sadam Hussein, un dictador alentado, armado y amamantado por las superpotencias (por Estados Unidos y la URSS) para contener la expansión de la revolución iraní, invade el vecino Kuwait. El pequeño país, que Irak es considerado por Irak como una provincia más, es anexionado en poco tiempo. Los Estados Unidos, con un amplio respaldo internacional, utiliza el conflicto para «escarmentar» a un muñeco diabólico díscolo y aprovecha la confusión y la indecisión rusa para dar pasos firmes en su recientemente diseñado Nuevo Orden Mundial.

UCE denuncia la guerra de agresión, sus causas y los orígenes reales del conflicto y exige al Gobierno González la no participación de España en el conflicto: la no utilización de las bases militares, el suelo y el espacio aéreo español como plataforma de abastecimiento en la guerra y lanza una campaña de exigencia con la consigna: «Ni un soldado español a la guerra. ¡No hay que parar hasta que vuelvan!»; exigiendo que vuelvan las fragatas españolas que González mandó al Golfo.

1991 - Contra el golpe en la URSS

Contra el golpe en la URSS

Unificación Comunista de España sale a la calle en agosto, desde el primer día y prácticamente en solitario, para denunciar el intento de golpe de Estado fascista en la URSS. Las manifestaciones frente a la embajada soviética en Madrid se suceden, mientras otras fuerzas políticas califican los sucesos de agosto de «acto inconstitucional», «destitución de Gorbachov», «paso inquietante», e incluso algunas fuerzas «de izquierda» (como manifestó Julio Anguita) no ven con excesivo desagrado la vuelta de «los comunistas» (sic) al poder en el Kremlin.

No a la ley Corcuera

A finales de noviembre, la próxima aprobación de la ley de Seguridad Ciudadana (Ley Corcuera), moviliza a numerosas fuerzas y personas progresistas, demócratas, como expresión del sentimiento generalizado de nuestro pueblo de rechazo al recorte de libertades que prepara el Gobierno. La ley Corcuera, más conocida como «la ley de la patada en la puerta», es la base legal para el acorazamiento policial del Estado en un momento en el que, a pesar de la aparentemente boyante situación económica, se van sucediendo cada vez más contestaciones populares a la política del Gobierno, y el futuro se presenta todavía más problemático. Finalmente, los artículos más reaccionarios (21 y 22) serán declarados anticonstitucionales por el Tribunal Constitucional; y aunque eliminados en sus términos originales, dejan en pie todo el armazón represivo de la ley, y también el talante reaccionario de sus inspiradores.

La manifestación ante el Congreso de los Diputados convocada por nuestro Partido, en el que se popularizó una de las imágenes más emblemáticas de la campaña contra dicha ley, fue portada de todos los periódicos de tirada nacional.

1994 - Por un Gobierno de Progreso y Democracia

La pugna entre los Estados Unidos y el pujante polo hegemonista emergente alemán por imponer sus proyectos en Europa lleva a una serie de convulsiones de profundo calado: Conflictos como el de la guerra de los Balcanes (cuya espoleta es el reconocimiento unilateral por parte de Alemania de la independencia de Eslovenia y Croacia), o como la partición de Checoslovaquia, son ejemplos de la decisión y la velocidad con que Alemania intenta estructurar «su» proyecto europeo.

En España, el «flirteo» de Felipe González con Alemania (con quien le unen, personalmente, lazos de dependencia y pleitesía) y la autonomía que había conseguido su imbatibilidad en las urnas, convence a Washington de la necesidad de una «tercera reconducción». Es la época de los grandes escándalos (1991-1994), del GAL, de Filesa, de los hermanos Guerra, de la «beautiful people», del BOE, del Banco de España (Mariano Rubio), del Cesid (Manglano, Perote), de Banesto, etc.

Con el fin de que el Partido Popular llegue al poder por medio de las urnas, se desata una campaña de denuncia, intoxicación y amenazas (la «guerra de dossiers») que hace tambalear los cimientos de algunas instituciones clave del Estado, incluida la Corona.

Nuestro Partido propone la formación de un Gobierno de Progreso y Democracia que tenga como objetivo inmediato la regeneración de la vida pública y la devolución de la dignidad de la vida política sobre la base de un cambio sustancial en la orientación de la política nacional y, por supuesto de los hombres £necesariamente justos y honestos­ que deben llevarla a cabo: Un gobierno por la plena soberanía económica y política; un gobierno por la ampliación de las libertades democráticas; un gobierno por la reindustrialización de nuestro país.

Desde 1992 nuestro Partido, aunque no integrado en la coalición, viene llamando al voto y apoyando a Izquierda Unida en las campañas electorales. Consideramos que una parte importante de los luchadores más conscientes y revolucionarios se hallan, aunque no mayoritariamente organizados, sí en gran medida la corriente de apoyo y simpatía de esa fuerza política, y la caída del Muro permite un trabajo de discusión franca con su dirección, y de unidad de acción con sus cuadros y bases, con el fin de contribuir a construir en nuestro país una alternativa amplia y popular a la política pro-norteamericana y pro-oligárquica de los sucesivos gobiernos de González; y que han sido caldo de cultivo y antesala del triunfo de la derecha con Aznar.

1996 - Voto para IU, por la unidad de la izquierda

Como ya había hecho en las elecciones generales de 1993, UCE pide el voto para Izquierda Unida en las generales de 1996, petición que se volverá a repetir en las elecciones de 2000. Ante las primeras primarias en el PSOE, nuestro Partido lanza una campaña por la unidad de la izquierda para cerrar el paso a los reaccionarios gobiernos de Aznar.

1999 - Ni OTAN ni Milosevic

En marzo de 1999, UCE se moviliza contra la guerra de Kosovo, la agresión de EEUU y la OTAN a Yugoslavia. Bajo la consigna de “Ni OTAN ni Milosevic”, un manifiesto impulsado por nuestro partido y firmado por cientos de intelectuales y profesionales aparece en la prensa nacional como manifestación más visible de la oposición mayoritaria de nuestro pueblo a nuestra participación en la guerra de Kosovo.

2000 - La batalla contra la línea nazifascista de ETA y Arzallus

En septiembre de 2000 UCE toma una decisión política de enorme trascendencia en los próximos años. Ante el llamamiento que los luchadores por la libertad en Euskadi hacen a acudir a la manifestación convocada en San Sebastián en defensa de la libertad y el Estatuto de Gernika contra el fascismo de ETA y sus cómplices, nuestro partido toma la decisión de secundar el llamamiento, acudiendo con autobuses y coches particulares fletados desde toda España a San Sebastián. Dando así comienzo a una intensa batalla política de varios años de duración cuyo objetivo es “aislar, denunciar, combatir y liquidar” la línea nazifascista en Euskadi, que impulsada por los Arzallus, Ibarretxe y compañía, busca, como formulamos en aquel momento, “kosovizar Euskadi para balcanizar España”. Es decir, sembrar el terror y el odio entre la población para intentar fragmentar España.

Un objetivo que, tras la caída del Muro de Berlín, la reunificación alemana, la implosión de la URSS, la sangrienta división de Yugoslavia y la partición de Checoslovaquia, pasó a estar en la agenda de un sector particularmente agresivo de la clase dominante alemana, su fracción bávara. Que busca imponer su hegemonía sobre Europa fragmentando los Estados-nación a fin de crear una multitud de pequeños países-asteroides con tan poco peso específico que sean irremisiblemente atraídos a la órbita gravitatoria del gran astro-rey alemán.

Esta batalla se ha saldado con una extraordinaria victoria del pueblo español, derrotando a ETA y obligando a retroceder, e incluso a esconderse en los armarios de la historia, a los representantes de la línea nazifascista, como Arzallus o Ibarretxe, que al frente del PNV impuso un régimen de terror en Euskadi.

2001

A comienzos de 2001, nuestro partido, levantando la consigna de “española o extranjera, una misma clase obrera”, participando activamente en impulsar la lucha de los trabajadores inmigrantes que exigen “papeles para todos”.

11-S y dictadura terrorista mundial

El 11 de septiembre de 2001 tiene lugar un hecho de máximo peligro para la Paz Mundial, el atentado de las Torres Gemelas, que inauguraba una auténtica «dictadura terrorista mundial», una ofensiva hegemonista extremadamente agresiva de la línea Bush, el representante del complejo militar-industrial, la fracción más belicista y aventurera de la clase dominante norteamericana.

Desde la condena rotunda del atentado -el terrorismo siempre es fascismo- nuestro Partido lanza un emblemático editorial, llamado «Recordad el Maine» que acababa diciendo «Es muy posible que la cadena de horrendos ataques haya sido obra de los talibanes, pero esto no altera la sustancia del problema. También en Pearl Harbour el ataque fue obra de los japoneses. ¿Es creíble pensar que los talibanes, creados, financiados, armados y formados por la CIA para combatir la invasión soviética de Afganistán, no estén infiltrados de algún modo por ellos? ¿Nos quieren hacer creer que el FBI o la CIA no sabían nada de esto? No podemos decir en qué consiste la trama, no disponemos de las fuentes de información necesarias. Pero si ellos hicieron la guerra bajo la consigna de “Recordar el Maine”, ahora Sí; ahora todos los pueblos del mundo tenemos que recordar El Maine, recordar Pearl Harbour, recordar el asesinato de Kennedy… Porque no tendremos los datos, pero sí la memoria.»

2002

En junio de 2002 intervinimos activamente en la convocatoria y la realización de la Huelga General convocada por todos los sindicatos contra el “decretazo” de Aznar.

2003

Junto a millones de españoles, UCE participa de forma destacada en las movilizaciones contra la nueva agresión imperialista de los EEUU de Bush, la Guerra de Irak. Participamos con la consigna “Guerra no, ETA no”, uniendo la lucha contra la decisión del gobierno Aznar por involucrarnos en una guerra de agresión imperialista, con la lucha por derrotar al fascismo en Euskadi, que justamente en aquellos momentos había alcanzado su máxima intensidad y estaba empezando a ser ganada para la libertad por las organizaciones de la rebelión democrática y ciudadana de Euskadi, con el apoyo mayoritario de todo el pueblo español. 

2006 y 2008

En una situación donde el nacionalismo étnico y excluyente -en Euskadi y en Cataluña- como ariete del agresivo proyecto del eje franco-alemán, plantea una amenaza real de disgregación de España, UCE toma la decisión de hacer aflorar las corrientes patrióticas y democráticas dentro del progresismo.

En las elecciones catalanas de 2006 UCE el voto para Ciudadanos y en las Generales de 2008, apoyamos a Unión Progreso y Democracia (en Madrid) y a Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía (en Barcelona), dado que en aquellos momentos -y a diferencia de la deriva que luego han tomado-, representaban el principio del fin del bipartidismo, como hemos podido comprobar más adelante, y defendían la regeneración de la democracia.

2009

En las Elecciones Europeas del 2009, UCE decide, en asamblea extraordinaria, revocar la decisión tomada tras las elecciones de 1987 (entre el 79 y el 87, UCE se presenta tanto en solitario, como en coalición con OC-Bandera Roja) de no presentarse a las elecciones y dar su apoyo a la candidatura que en cada proceso electoral valorase mejor para los intereses populares.

Entre las Europeas del 2009 y las Catalanas del 2012, UCE se presenta a todas las citas electorales, firmando, con hasta 15 partidos políticos, 4 manifiestos denunciando la Ley Electoral y el monopolio de los medios de comunicación. Y ganando en el Tribunal Constitucional 10 candidaturas provinciales en las Generales del 2011, llegando a 45 provincias de las 52 candidaturas presentadas.

2010

Desde febrero de 2010 alertamos de la inminencia del plan de ajuste, recortes y rebaja salarial que nos preparaban Bruselas y el FMI –por más que entonces Zapatero dijera exactamente lo contrario de lo que hoy se dice– y a partir de junio de ese mismo año empezamos a formar agrupaciones de unidad popular contra la crisis, organizando durante 16 semanas consecutivas, los viernes de cada semana, una concentración de apoyo a la Huelga General del 29-S en los lugares más céntricos de más 40 ciudades españolas, y publicando un manifiesto en la prensa con la firma de personalidades, más de 100 secretarios generales de los principales sindicatos (UGT, CCOO, USO y CGT), y mil firmas populares.

A partir del 2010, UCE pasa a defender la necesidad de construir un Frente Amplio de Unidad, social, sindical y político, basado en tres ejes fundamentales: Redistribución de la Riqueza, Ampliación de la Democracia y defensa de la Soberanía Nacional.

2011

La campaña por Blindar las Pensiones…

A mediados del 2011, UCE lanza la campaña “Blindemos las Pensiones en la Constitución”, considerando las pensiones como el punto de unidad más amplio en el que el 90% de la población puede enfrentarse al saqueo de Washington y Berlín, y hacerlos retroceder. Promoviendo, junto con otras 10 organizaciones y 9 personalidades, en abril del 2013, la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP), a la que pertenecen ya 300 organizaciones, 150 personalidades y miles de profesionales, activistas y trabajadores.

Participación en el 15M y en la ola de protestas de 2011.

UCE ha estado presente en todas las convocatorias de huelga, contra la reforma laboral, contra el paro o la reforma de las pensiones de los sindicatos, y cada una de las citas relevantes del movimiento 15-M, desde el más absoluto respeto a su naturaleza e independencia como movimiento social.

2014 - Nacimiento de Recortes Cero

En marzo 2014, Unificación Comunista de España impulsa, junto a una veintena de organizaciones, el movimiento social, cultural y político Recortes Cero, con un programa de Frente Amplio de 34 puntos, basados en los 4 ejes de Redistribución de la Riqueza, Ampliación de la Democracia, Defensa de la Soberanía Nacional y Libre Unidad del pueblo.

Recortes Cero se presenta a las Elecciones Europeas de 2014, a las andaluzas, a las Autonómicas en 7 comunidades, a las Gallegas y Vascas, y a las dos convocatorias Generales, de 2015 y 2016, tanto como agrupación electoral, como en coalición (Recortes Cero – Grupo Verde). En total se recogen más e medio millón de firmas para poder presentarse. Recortes Cero es actualmente la primera alternativa de la izquierda extraparlamentaria con un proyecto político para todo el país. 

2015

La libre unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España

 Unificación Comunista de España defendemos la libre unidad del pueblo como condición necesaria para hacer frente a los recortes, las imposiciones que vienen del exterior, y para defender cualquier proyecto progresista.

Así, hemos lanzado los manifiestos “No es cierto”, “Ahora es el momento” y “Ante todo la unidad”, así como el manifiesto de los 300 activistas de la izquierda catalana: “Por la Unidad del Pueblo Trabajador. Decidamos No a la Independencia”, con motivo de la convocatoria del referéndum del 9N.

Como continuación de esta campaña, UCE, ya integrados en Recortes Cero, lanzamos la campaña “1-O Estafa Antidemocrática” de la que participaron más de 10 mil profesionales y trabajadores catalanes que se sumaron a denunciar desde la izquierda la estafa del sector burocrático de la burguesía catalana que pretende imponer la secesión al conjunto del pueblo catalán, como el amparo alguno de los principales centros de poder, especialmente de la línea representada por Trump. Esta campaña nos lleva a la publicación de 5 manifiestos en la prensa en menos de 3 meses, y a desplegar una campaña de concentraciones frente al Parlamento de Cataluña con el lema “No queremos muros, Ni de Trump, Ni de Puigdemont”.

Gobierno de Progreso

Desde las elecciones de 2015, y especialmente a partir de junio de 2016, UCE, integrada en Recortes Cero, lanza la alternativa “Por un Gobierno de Progreso. Por un acuerdo entre PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos”, llamando a una alternativa frente al gobierno del PP, basada en un acuerdo progresista y regeneracionista, siguiendo la estela de Portugal.

Mientras Unidos Podemos y Ciudadanos, trabajaban por la división, y el PSOE sufría un golpe interno, esta campaña se convirtió en la única alternativa al PP, y el único apoyo social a los intentos de llegar a un acuerdo que echara a la derecha del gobierno. Aún en diferentes formas, esta exigencia se ha convertido en una realidad dos años después con la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia. Se publicaron seis manifiestos con más de 5 mil personalidades, activistas y profesionales de todo el país.